domingo, 30 de enero de 2011

Mochilero?... te ayudo a elegir la carpa




¿Cómo escoger una carpa?

Los amantes de la aventura y el camping saben muy bien que no basta con un estupendo saco de dormir y un adecuado colchón para conseguir un buen descanso tras un arduo día de excursión. Es esencial contar con una carpa apropiada para la ocasión. Obviamente, no es lo mismo instalar una carpa para soñar con aventuras en el patio de una casa de playa, que pensar en llevarla a cuestas para explorar la Patagonia o el sur del país.

Tampoco necesitará el mismo equipo si parte “a dedo” que si va en auto. Son varias las reflexiones que es necesario hacer antes de escoger la más conveniente.







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Si va a armar su carpa por primera vez, practicar el armado en el patio de su casa antes de llegar al lugar definitivo. Podría verse en aprietos, sobre todo si llega a armarla de noche y con cansancio acumulado. Siempre será recomendable utilizar un piso impermeable bajo su carpa, que no sobresalga del área del cubretecho. La protegerá de la humedad y de objetos cortantes.










1 Identificar sus planes



Identificar los elementos climáticos que deberá soportar la carpa es sólo el primer paso para acertar con la elección. Si va a viajar solo o en grupo, si va en auto o mochileando, al norte o al sur, al campo o a la montaña, a la selva tropical o a la playa. Todos estos detalles son fundamentales en el momento de elegir correctamente la carpa que lo acompañe en su aventura.



Si viaja más de una persona junto con usted, piense en la posibilidad de llevar una carpa para varias personas, y transportarla repartiendo el peso entre varias mochilas.







Pero no basta con revisar sus planes de hoy. Si es de alma aventurera, probablemente quiera repetir sus incursiones y busque explorar nuevos lugares: un año al sur y tal vez otro al norte. Si es así, más vale que escoja una carpa que lo acompañe por largo tiempo y resista las condiciones estadísticamente más desfavorables.




En todo caso, los verdaderos fanáticos del camping cuentan con más de un modelo. Así no acarrean peso de más, pero están siempre bien preparados para enfrentar las condiciones imperantes en cada ocasión y en cada lugar. Ellos sugieren tener una carpa chica, muy liviana, otra de alta montaña y una tercera “de tres estaciones”. Todas fáciles de armar. Por supuesto que las características y detalles de diseño de cada modelo tendrán mucho que ver con el precio.






No olvidar



Es importante tener una caja de herramienta con elementos imprescindibles y que nos pueden dar buenas soluciones en emergencias. Lo primero es un botiquín de primero auxilios, un sellante de costura para carpas, un combo para enterrar las estacas, velcro por si hay que fijar telas, aguja e hilo, cinta adhesiva de tela y un partidor de emergencia, que no sólo sirve para el auto, sino también para inflar colchones





Toldo







Al lado de la carpa es muy bueno crear una zona de estar, con un toldo que genere sombra y permita pasar buena parte del día. Mejor aún si este toldo tiene tela mosquitera, para mantenerlo cerrado y que no entren moscas, zancudos y avispas. Este toldo mide 3x3 mts y tiene una altura aproximada de 2 mts, es muy fácil de armar y tiene estacas para fijarlo al suelo.








2 Identificar la resistencia de la carpa







Las de tres estaciones, se espera que protejan de condiciones de tiempo moderadas, como las asociadas a la primavera, verano y otoño. Las de cuatro (o de “expedición”), poseen buenas condiciones aislantes y cuentan con un armazón y un tejido suficientemente resistentes como para soportar hasta las condiciones más extremas del invierno, es decir, protegen del frío, lluvia, nieve y viento.







Si se quiere larga durabilidad, es necesario examinar la calidad de la manufactura: evaluar la tela, revisar las costuras (verificar si son dobles), examinar las esquinas y las mangas, que son puntos sometidos a mayor tensión y desgaste.







El diseño debe asegurar que las fuerzas ejercidas durante un episodio de mal tiempo (nieve, viento, agua) se repartan de manera uniforme a través de la estructura. Las varillas que conforman esa estructura deben ser de materiales muy resistentes a la flexión y a la ruptura. Sólo las de aluminio se recomiendan actualmente para montaña.









3 Elegir el material de la carpa



El material de la carpa está directamente relacionado con su peso, pero también con su resistencia, duración y con la capacidad de minimizar el bulto al plegarla para guardarla.







Los pisos y cubretechos están normalmente recubiertos con materiales impermeables y pueden soportar bastante bien la embestida de la lluvia.

Mejor aún si las costuras han sido tratadas con algún producto sellante, que se puede renovar cada cierto tiempo.







La impermeabilidad de la carpa no es precisamente un “detalle”, especialmente en zonas lluviosas. Nada peor que tener que pasar una noche en una carpa mojada. Eso sí, si la lluvia persiste por varios días, no hay diseño ni material que resista.

Las diferencias de calidad entre los tejidos llamados “impermeables” son importantes y explican, a menudo, las diferencias de precio entre unos y otros. Se debe escoger una carpa liviana, pero suficientemente resistente.









Entre los materiales más usados están los siguientes:



Poliéster: es liviano, aunque algo más pesado que el nylon. Muy resistente al desgarro y a la abrasión. No se pudre ni se deforma al estar húmedo. Resiste la lluvia ácida y los rayos UV. Su inconveniente es su baja elasticidad.



Algodón: su ventaja es que no condensa humedad, pero no resiste fuerzas importantes, es muy pesado y se pudre en presencia de humedad.



Nylon-Poliamida: es liviano, elástico, no se pudre, muy resistente a la abrasión y al desgarro. Su limitación es que se deforma con la lluvia y se ve alterado por la lluvia ácida.







Nylon-Ripstop: se trata de un nylon reforzado con hilos, que se utiliza normalmente para la carpa interior. Es liviano y resistente al desgarro.









Consejos para instalar la carpa



El lugar debe se plano, sin pendiente



Formar un colchón de hojas para ablandar el terreno y sobre él poner un toldo para proteger de la humedad.



La puerta debe ponerse en sentido contrario a la dirección del viento, así evitamos que la carpa

se infle y saque las estacas.



Las estacas se deben enterrar en diagonal, con la punta hacia la carpa.



El cubretecho debe tener una separación con la carpa y quedar muy tenso.



Si va a acampar a una zona lluviosa es necesario hacer canaletas, para eso tire un poco de agua en el toldo bien tenso y donde caiga el agua debe hacer las canaletas, dándole las dirección correcta para alejar el agua de la carpa.









4 Elegir la forma de la carpa



La forma no sólo condiciona el espacio útil al interior de la carpa. Tiene también directa relación con la facilidad de armado. Las hay de diversas formas. Algunas pueden ser armadas fácilmente por una sola persona, otras requieren dos o tres.







Las carpas “familiares” normalmente cuentan con altura suficiente como para mantenerse de pie dentro de ellas. Dependiendo del grado de privacidad que requiera, escojer entre modelos con una, dos o tres habitaciones.







Las de tipo “iglú” son las más fáciles de armar y desarmar, e incluso ni siquiera necesitan estacas si es que no quedan en lugares muy ventosos. Esto es una ventaja adicional cuando el terreno en donde se instala es muy duro.








Si traen un cubretecho de los que llegan casi hasta el suelo, aislarán mejor del frío y el calor.







La extensión que algunas traen delante de la puerta de entrada permite dejar fuera el equipo y los elementos que no se necesita mantener en el interior (zapatos, cocinilla, cajas con alimento, etc.).








5 Definir su tamaño



El tamaño, y en especial el largo, es otro factor “clave” en la elección. Sobre todo si el usuario es una persona alta o maciza. Claro que es distinto tener que adaptarse a un espacio chico por 1 o 2 días, que sufrir la misma tortura durante muchos interminables días y noches.








Si va a acampar pocos días en diferentes lugares, donde no necesite entrar en la carpa más que para dormir por la noche, no necesita gran amplitud.

Pero si se va a establecer en un solo lugar por varios días, con posibilidades de permanecer en el interior durante varias horas, es mejor que escoja una más espaciosa, aunque resulte algo más pesada.







Por otro lado, si va a salir a “mochilear”, olvídese de los modelos grandes, con divisiones y piso. A poco andar se dará cuenta que es mucha la carga sobre sus hombros.







En todo caso, siempre es conveniente revisar si la capacidad indicada por el fabricante coincide con nuestra propia apreciación personal. Generalmente hay discrepancias. Tenga en cuenta el volumen de los bultos que eventualmente deberá guardar en el interior (mochilas, cocinillas, etc.), especialmente si va a lugares lluviosos. En esas zonas puede tocar pasar mucho tiempo en su interior, e incluso cocinar en ella.







Considerar un mínimo de 2,10 x 0,75 mts. por persona, a partir del espacio aprovechable: a 50 cm de altura. Agregar el espacio para bultos.









6 Revisar el peso de la carpa



Si es usted quien va a cargar con todo el peso de la carpa, no escoger un modelo más sofisticado de lo necesario, por muy cómodo que se vea. Definir primero hasta cuanto peso está dispuesto a cargar.







Si viaja en auto, el peso puede ser un factor poco relevante, pero ojo con el volumen si es que tiene que movilizar otras cosas más.







En cambio, si piensa transportarla en bicicleta, el peso sí importará. Lo mismo si alguno de los tramos de su viaje implican tomar un avión. Considerar que, como equipaje de mano, la línea aérea acepta un máximo de 20 kg.



Las carpas para cuatro estaciones suelen ser bastante más pesadas. Evaluar la conveniencia de tener otra, de tres estaciones, para viajes más simples.









7 Revisar la ventilación de la carpa



Si la resistencia al agua es clave para acampar en nuestra zona sur, la buena ventilación es esencial para armar carpa en el norte. Pero, aunque en lugares muy fríos la ventilación pierde importancia, en realidad en ningún lado está de más, ya que el calor húmedo del cuerpo es capaz de generar problemas de condensación al interior de una carpa cerrada muy herméticamente, especialmente cuando son varias las personas que descansan en ella. es usted quien va a cargar con todo el peso de la carpa, no escoger un modelo más sofisticado de lo necesario, por muy cómodo que se vea. Definir primero hasta cuanto peso está dispuesto a cargar.







Una carpa que acumula calor interiormente es invivible. Más aún si se mantiene calurosa hasta la noche, pues no le dejará dormir.







La ventilación se consigue mediante el uso de un cierto porcentaje de mallas, las cuales permiten la circulación del aire sin dejar el paso libre a los insectos. Las carpas de cuatro estaciones generalmente traen poco porcentaje de ventilación.











8 Elegir el color



Esto no es una cuestión puramente estética o de gusto personal. El color trae consecuencias internas y externas. Al interior, porque los tonos de la luminosidad que penetra pueden afectar los estados de ánimo de quienes deben permanecer largo tiempo en ella. Al exterior, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte, sobre todo si la va usar para ir a la montaña en invierno.







Un color fuerte y llamativo, que contraste con el blanco de la nieve, facilita su búsqueda ante una emergencia.







Por otro lado, muchos cubretechos con cobertura plateada, además de ser impermeables a la lluvia, reflejan una buena parte de los rayos directos del sol, permitiendo mantener una temperatura agradable de noche.








Los colores reflectantes (fosforescentes) facilitan la localización de la carpa en la noche.







Si no se verá enfrentado a situaciones extremas y simplemente prefiere mantener la armonía con el entorno, entonces escoja tonos menos llamativos.

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