miércoles, 2 de marzo de 2011

Extracción de Dientes




* ¿Por qué se extraen los dientes?

Los dientes se extraen por diversas razones:

- Caries avanzada profundamente en el diente
- Una infección ha destruido una porción importante del diente o el hueso que lo rodea
- En la boca no hay suficiente espacio para todos los dientes

Muchos dentistas recomiendan extraer los dientes retenidos que sólo erupcionaron parcialmente. Las bacterias se depositan alrededor estos dientes y pueden causar una infección, la cual puede extenderse al hueso y transformarse en un trastorno de extrema gravedad. Los dientes retenidos continúan intentando salir a través del tejido gingival, incluso si no hay suficiente espacio para ellos. La presión continua, provocada por este intento de erupción, puede terminar dañando las raíces de los dientes adyacentes. La extracción de un diente retenido con frecuencia previene las infecciones y el daño a dientes adyacentes y al hueso, además de evitarle dolor en el futuro.

* ¿Cómo se extraen los dientes?

Antes de extraer un diente, el dentista estudiará cuidadosamente sus antecedentes médicos y odontológicos, y tomará las radiografías apropiadas.

Las radiografías revelan la longitud, la forma, la posición del diente y del hueso que lo rodea. A partir de esta información, el dentista estimará el grado de dificultad del procedimiento y decidirá si lo derivará a un especialista llamado cirujano bucal.

Antes de la extracción, el dentista anestesiará la zona que rodea al diente. Para ello, utiliza una anestesia local que adormece la zona de la boca donde se llevará a cabo la extracción.

En una extracción simple, una vez que la zona está anestesiada, el dentista afloja el diente con la ayuda de un instrumento llamado elevador y luego lo extrae con fórceps dentales. Quizá desee alisar y remodelar el hueso subyacente. Una vez que termine, decidirá si es conveniente cerrar el área con un punto.

* ¿Qué debo esperar luego de una extracción?

Es fundamental mantener el área limpia y prevenir infecciones inmediatamente después de la extracción de un diente. El dentista le pedirá que muerda suavemente un trozo de gasa estéril seca, que debe mantener allí durante 30 a 45 minutos para reducir la hemorragia mientras ocurre la coagulación. Durante las siguientes 24 horas, no debe fumar, ni enjuagarse la boca vigorosamente, ni limpiarse los dientes junto al sitio de la extracción. Es de esperar cierto grado de dolor y malestar luego de una extracción. En algunos casos, el dentista recomendará un analgésico o bien le recetará uno. La aplicación de una bolsa de hielo en el rostro durante períodos de 15 minutos puede aliviar el malestar. También es recomendable limitar las actividades vigorosas y evitar los líquidos calientes. El día siguiente a la extracción, el dentista le sugerirá que comience a enjuagarse suavemente la boca con agua tibia salada (no trague el agua). En circunstancias normales, el malestar debe disminuir dentro de un período que oscila entre tres días y dos semanas después de la extracción. Si tiene dolor prolongado o severo, inflamación, hemorragia o fiebre, llame inmediatamente a su dentista.

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