martes, 14 de diciembre de 2010

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Significado de los Lunares en Mujeres y Hombres
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Los lunares que tenemos en el cuerpo, así como las líneas de las manos, permiten adivinar rasgos de la personalidad y datos importantes importantes sobre nosotros mismos. Estas pequeñas manchas, no sólo adornan nuestra piel, sino también guardan una valiosa información acerca de nuestro temperamento y sobre la suerte que tendremos en la vida dependiendo del lugar del físico donde se encuentren.


Significados de los lunares de la mujer:



En la frente, a la izquierda: significa que ella tiene un profundo apego a la madre, gran femenidad y sentimiento de rivalidad femenina.
En la frente, a la derecha: gran poder en el amor por el padre, carácter firme y necesidad de admirar al hombre amado.
En la raíz del cabello: significa una fuerte influecia del medio familiar, profundo arraigo hacia sus padres sobre todo.
En el medio de la frente: pronostica éxitos en el amor y en los negocios.
Entre las cejas: dotes de clarividencia, tendencia subliminar a los sentimientos, grandes aspiraciones.
Sobre el ojo izquierdo: simboliza inseguridad y tendencia a refugiarse en los sueños, falta de realismo y de espíritu práctico.
Sobre el ojo derecho: aumento de lucidez que la vuelve demasiado realista, pesimista y puntillosa.
Bajo el ojo izquierdo: falta de equilibrio interior, pero buena salud.
Bajo el ojo derecho: simboliza la sensibilidad extrema.
Sobre la nariz: significa que las relaciones amorosas de esta mujer serán exitosas y que tendrá un buen casamiento.
En la base de la nariz: simboliza el don de saber escuchar y una tendencia importante a alimentar ideas artísticas.
Alrededor de la boca: lujuria, pasiones descontroladas.
Entre la nariz y la boca: quiere decir que se trata de una mujer de carácter brillante, y que tendrá grandes éxitos a nivel material.
En el labio superior: gran tendencia a fiarse d elas apariencias, dulzura, templanza y moderación. Carácter superficial y vanidoso.
En el labio inferior: gran sensualidad, glotonería, tendencia al adorno y la pereza.
En la mejilla izquierda: prestigio, cumplimiento de sus ambiciones.
En la mejilla derecha: modestia, reserva, obsequiosidad, dulzura de carácter.
En el hombro derecho: una mujer de gran seguridad en símisma que apoya mucho a los suyos.
En el hombro izquierdo: mujer bondadosa, que tiene necesidad de apoyo, de afecto y confianza.
En el seno derecho: significa que posee una gran sensualidad, pero tiene tendencia a la pereza o dejadez.
En el seno izquierdo: gran necesidad de amor, ternura y afecto recíprocos.
En torno al ombligo: simboliza una vida amorosa afectiva y felíz.
En la rodilla izquierda: consciente de su valor y de sus cualidades, necesidad de reconocimiento y consideración.
En la rodilla derecha: modestia, humildad, mujer bondadosa de carácter servicial.
En el pie derecho: desidia, glotonería, exceso, sensualidad insasiable y desenfrenada.
En el pie izquierdo: gusto por los placeres refinados y tendencia a idealizar sus sentimientos.
En el medio de la espalda: simboliza un carácter enérgico, espíritu penetrante, pero al mismo tiempo, tendencia a dispersarse o falta de perseverancia.
En la palma de la mano derecha: mujer hábil, capaz de procurarse todo lo que necesita, así como de satisfacer sus deseos y de obtener de otros lo que le interesa.
En la palma de la mano izquierda: gran ingenuidad, tendencia a dejarse engañar o a fiarse demasiado de las apariencias.


Significado de los lunares en el hombre:




En la frente, a la izquierda: significa que tiene una fuerte identificación con su padre.
En la frente, a la derecha: simboliza una profunda unión con su madre.
En la sien izquierda: tendencia a idealizar sus sentimientos, búsqueda del absoluto en lo emocinal, o bien desequilibrio afectivo.
En la sien derecha: frialdad, indiferencia ante los sentmientos.
En medio de la frente: significa que este hombre posee una gran lucidez, una gran facultad de discernimiento, espíritu penetrante, que se muestra exigente y puntilloso con los demás.
Sobre el ojo izquierdo: distracción, falta de concentración.
Sobre el ojo derecho: simboliza una gran capacidad de concentración por sobre todas las cosas.
Entre las cejas: facilidad de comprensión y de asimilación, aceptación, éxito obtenido gracias a las propias cualidades.
Sobre el párpado izquierdo: significa que este hombre tuvo una niñez conflictiva y una idiferencia afectiva.
Sobre el párpado derecho: simboliza un profundo apego a su familia y a su pasado.
En la mejilla izquierda: estamos hablando de una persona terca que siempre desea salirse con la suya.
En la mejilla derecha: significa que a lo largo de su vida tendrá muchos cambios en el ámbito laboral.
En la oreja izquierda: falta de escrúpulos, determinación secreta, segundas intenciones.
En la oreja derecha: se trata de una persona con mucha suerte e la vida en general.
Sobre el labio superior: significa que se trata de un individuo comunicativo y hablador.
Bajo el labio inferior: carácter ingenuo y jovial.
En el medio de la barbilla: tozudez, excesiva rigidez intelectual y moral como rasgo caracterológico.
En la rodilla: carácter amable y dado a la comunicación.
En la mano: es símbolo de slaud y amor, pues la persona es sincera con el prójimo.
Sobre los dedos: posesión de virtudes o de vicios exagerados.
En la muñeca: corresponde a alguien que tiene buen carácter.
Sobre el hombro: nos habla de que la persona es inquieta y bastante inconformista.
En la espalda: el sujeto es impaciente y reflexiona poco.
En el vientre: implica un amor exgerado por la buena vida y los placeres más instintivos.
En el pie: nos muestra a una persona con tendencia a la melancolía y a la vida sedentaria.
En el ombligo: siempre traerá suerte a la persona que lo tenga.
En la barbilla: indica afabilidad y disposición generosa.
En el brazo: tanto en el derco como en el izquierdo, pronostica una vida afectiva intensa y apasionada.
En el codo: sea en el derecho o izquierdo, anuncia viajes, amor por los deportes, interés por las profesiones y muchas posibilidades de conseguir la fortuna.
En los dedos de los pìes: indica una notable propensión a que la persona exagere tanto en las virtudes, como en los vicios que posee.

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