lunes, 15 de noviembre de 2010

¿Cómo se juega al Monopolio en Cuba?




Ser dueño de Piccadilly Circus, la Avenida Connecticut, el Paseo de Gracia o de la Compañía de Electricidad, solo es posible en el tablero de Monopolio. Pero el juego insignia del capitalismo, que premia la acumulación de riquezas y la competitividad, se juega en Cuba socialista de otra manera.

Monopolio surgió en Estados Unidos durante la Gran Depresión de 1930. Al cumplir 75 años, la compañía Hasbro asegura que se han vendido más de 275 millones del juego de mesa de bienes raíces en todo el mundo.

Hay cientos de versiones: los tableros están disponibles en 111 países y en 43 idiomas...

Existe una Edición Mundial en la que, con tarjetas de crédito, se pueden comprar las principales ciudades del mundo, como Barcelona, Vancouver, Atenas o Jerusalén.

Hay Monopolio en braille, de chocolate y hasta un antiMonopolio. En Argentina existe también una versión local llamada Estanciero.

Y, recientemente, Hasbro y Google crearon una versión para jugar en línea y existe una aplicación del juego para el teléfono inteligente iPhone.

Cuentan que antes de la Revolución de 1959, en Cuba el juego de Monopolio era muy popular.

Tras el triunfo de Fidel Castro desapareció de las tiendas de juguetes y fue reemplazado por una invención cubana llamada Deuda Eterna.

Deuda Eterna
A pesar de que en un inicio quienes crearon Monopolio lo hicieron con la idea de ilustrar los aspectos negativos de concentrar tierras y propiedades, el mensaje se perdió.

Así que, tras el triunfo de la Revolución cubana y la nacionalización de toda la propiedad privada, el juego fue cambiado por una versión políticamente acorde a la ideología revolucionaria.

Se trata de un juego de mesa que se juega con dados, tarjetas y un tablero.

Pero en vez de negociantes, los participantes juegan el papel de gobiernos del Tercer Mundo cuyo objetivo es derrotar al Fondo Monetario Internacional (FMI), que cumple la función que tiene la banca en Monopolio.

En vez de la casilla de "cárcel", que existe en Monopolio, en Deuda Eterna puedes caer en la casilla de "Golpe de Estado Militar".

Cada jugador avanza con los dados y selecciona una tarjeta de dos grupos diferentes: las llamadas Condiciones del FMI y las otras son las tarjetas de Solidaridad.

Las tarjetas del FMI te pueden ordenar el pago de intereses en tu crédito, que además ha ido en aumento.

Mediante las tarjetas de Solidaridad puedes recolectar dinero o mercancías, a través, por ejemplo, de envíos de otros países.

Otra tarjeta "solidaria" dice que cada jugador recibe US$200 de El Salvador, que está ayudando a "financiar a luchadores por la libertad".

Y los países, para oponerse a las medidas del FMI, tienen derecho a hacer huelgas y protestas.

Deuda Eterna argentina
En Cuba, Deuda Eterna no logró hacer desaparecer completamente al Monopolio, como puede dar fe esta cronista, que jugó con ambos durante su infancia.

Y aunque no hay cifras que recojan cuán popular fue Deuda Eterna en la isla, un lector del diario oficial Granma respondió a su artículo "Juguetes para niños: ingeniosidad con responsabilidad", publicado el 3 de abril de 2009: "¿Acaso sería muy caro producir juegos de mesa al estilo de Deuda Eterna? ¿Por qué este tipo de juguetes, como los que conocí en mi infancia, no se producen o de lo contrario, no se venden a precios más modestos?

Eso sugiere que el juego ya no se encuentra tan fácilmente en Cuba. Pero el mismo fue adaptado y comenzó a comercializarse en Argentina hace unos diez años por Ruibal Hnos., una de las grandes empresas argentinas de juegos de mesa.

Jaime Poniachik, especialista en juegos de ingenio y entretenimiento inteligente, le contó a BBC Mundo que el juego llegó a Argentina en un momento en que pasaban por una crisis económica, y "la deuda externa y el FMI eran vistos por muchos como el malvado de la película".

"El juego apareció con el título adecuado en el momento adecuado".

Pero, aunque parecía haber llegado en el momento oportuno para un éxito garantizado, no fue así.

"No creo que Deuda Eterna haya despertado entusiasmo entre los jugadores. En verdad, nadie sabe qué hace que un juego se vuelva popular", señala Poniachik.

Según el especialista, para lograr el éxito, no importa el tema que trate el juego sino el modo en que los jugadores interactúen, o el modo en que el jugador puede superar los obstáculos y llegar al objetivo.

"Los juegos que se volvieron populares, como Monopolio o Sudoku, aportaron una mecánica de juego novedosa y atractiva. En este sentido, me parece que Deuda Eterna no aportó una mecánica de interacción atractiva", concluye.

0 comentarios:

Publicar un comentario