Más emocionales
Aunque es verdad que las mujeres son consideradas el género más emocional, los niños pequeños son mucho más emocionales que las niñas pequeñas, según algunos estudios.
Los hombres adultos tienen reacciones emocionales ligeramente más fuertes, pero solamente cuando no están conscientes de sus sentimientos. Este es el resultado de un estudio publicado en el 2008 en la Scandinavian Journal of Psychology (la Revista Escandinava de Psicología). Sin embargo, cuando las emociones llegan a la parte consciente, los hombres adoptan posición indiferente.
Culturalmente, a una edad muy temprana, los hombres aprenden a esconder sus sentimientos para no ser considerados poco masculinos. Pero aprisionar las emociones también estimula el cuerpo a una reacción de "lucha o huida" frente a ellas.
Más vulnerables a la soledad
Aunque que la soledad puede afectar la salud y el cerebro de cualquiera, los hombres mayores parecen particularmente vulnerables a esto, dice la Dra. Louann Brizendine, profesora de Psicología Clínica en la Universidad de California en San francisco y autora del libro ‘The Male Brain’ (El Cerebro del Hombre).
Los hombres tienden a extender menos puentes emocionales que las mujeres, lo que hace más fácil que sientan la soledad.
Vivir con mujeres puede ser particularmente útil. Los hombres que tienen relaciones estables tienden a ser más sanos, a vivir más y mejor y a tener niveles hormonales que indican disminución de la ansiedad, según estudios.
Las mujeres también pueden ser buenas para las gónadas de un hombre. Los ratones machos que viven con hembras permanecieron más tiempo fértiles que sus primos que fueron aislados, según un estudio publicado en la revista Biología de la Reproducción en 2009.
Concentrados en soluciones
Mientras muchos estudios sugieren que las mujeres son más empáticas que los hombres, la Dra. Brizendine dice que esto no es enteramente cierto. El sistema empático del cerebro masculino sí responde cuando alguien está estresado o expresando un problema. Pero la región “del arreglo” rápidamente se adueña de esa sensación neutralizándola.
Los hombres tienden a preocuparse más por arreglar el problema que por mostrar solidaridad por los sentimientos ajenos.
Predispuestos a mirar mujeres
Aunque a menudo está vinculada con agresión y hostilidad, la testosterona también es la hormona de la libido. Y los chicos tienen seis veces más de esta que las mujeres, dijo Pranjal Mehta, un psicólogo social de la Universidad de Columbia en Nueva York.
Mehta y sus colegas hallaron que la testosterona afecta la región de control de los impulsos del cerebro. Si bien aún no se ha estudiado a fondo, esto podría explicar por qué, como dice Brizendine, los hombres pueden comerse con los ojos a las mujeres como si estuvieran en "piloto automático". A menudo se olvide de la mujer una vez que está fuera de su campo visual, dijo la doctora.
Yo defender territorio
"Parte del trabajo masculino, evolutivamente hablando, es la defensa de su territorio", dijo Brizendine. Se necesita más investigación en seres humanos, pero en otros mamíferos, la parte del cerebro de “defender mi territorio” es más grande que el de las de género femenino.
Aunque que las mujeres también tienen ataques de posesión, los hombres son mucho más propensos a volverse violentos cuando se enfrentan a una amenaza a su vida amorosa o territorio, dijo.
¿Quién manda?
Una jerarquía inestable puede causarle a los hombres mucha ansiedad, dijo Brinzedine. Pero una cadena de mando establecida, como la practicada en la vida militar o en algunos trabajos, reduce la testosterona y disminuye la agresión masculina, explicó.
La preocupación por establecer jerarquía, que empieza a la edad de 6 años, motiva la “rutina masculina en la que siempre se están atacando entre ellos”, agregó Brizendine.
El maduro cerebro masculino
En el transcurso de la evolución, los hombres han tenido que competir por el estatus y las compañeras sexuales mientras que eran jóvenes y hacer hincapié en la vinculación y la cooperación en la madurez, dijo Mehta.
Los hombres parecen estar de acuerdo, y los estudios psicológicos han demostrado que la rivalidad es menos atractiva para los hombres mayores. En cambio, prestan más atención a las relaciones y mejorar la comunidad, dijo Brizuela.
El cambio es ayudado por el lento declive natural de la testosterona con la edad del hombre. Mehta y sus colegas encontraron que los hombres con altos niveles de testosterona tienden a ser mejores en competencias de uno contra uno, mientras que aquellos con bajos niveles de esta hormona, son excelentes en las competencias que requieren trabajo en equipo.
Futuro padre
El cerebro masculino es especialmente preparado para la cooperación en los meses antes de convertirse en padre. Los futuros padres pasan por cambios hormonales – aumenta la prolactina y la testosterona baja - lo que probablemente fomenta comportamientos paternales. Este fue el resultado de un estudio realizado en el 2000 en Evolución y Comportamiento Humano.
Las feromonas de una mujer embarazada pueden flotar hacia su compañero para impulsar estos cambios, dijo Brizendine, quien no participó en el estudio.
La madre embarazada puede estar pagando un favor: Incluso antes de que ella está embarazada, las feromonas masculinas hacen que las neuronas de ‘buena madre’ se esparzan por el cerebro femenino.
Papá de juegos
Los padres tienen formas muy específicas de jugar con sus hijos, pueden ser más toscos, más espontáneos y más bromistas. Esto puede ayudar a los niños a aprender mejor y a ser más seguros de sí mismos, preparándolos para el mundo real.
Los hombres que ejercen activamente su función de padres tienden a tener un nivel más bajo de testosterona. Si bien no se sabe si el nivel de la hormona causa la conducta, o viceversa, los investigadores teorizan que la evolución ha favorecido a los padres implicados. Los niños humanos se encuentran entre los más necesitados del reino animal y buenos padres optimizan las posibilidades de que sus hijos - y sus genes - sobrevivan.
Campanas de boda
Las mujeres quieren establecerse y los hombres quieren ‘sembrar su semilla’ para siempre. Pero esto podría ser uno de los mayores malentendidos de la historia.
Las infidelidades son más propensas a ocurrir cuando los hombres son menores de 30 años. Este es el resultado de un estudio realizado con hombres bolivianos y publicado en Proceedings of the Royal Society (Procedimientos de la Real Sociedad) en el 2007. Después de esto, los hombres básicamente se concentran en proveer para sus familias, según el estudio.
Por supuesto, algunos hombres tienen más dificultades con el compromiso que otros - un problema que podría ser genético, según un estudio realizado en 2008 en Proceedings of the National Academy of Science (Procedimientos de la Academia Nacional de la Ciencia). Los hombres sin el "gen de la promiscuidad", un estimado del 60% de la población, son más propensos a contraer matrimonio. Pero eso no es todo. Tanto ellos como sus esposas son más propensos a alcanzar relativa felicidad conyugal, encontraron los investigadores.
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