sábado, 5 de febrero de 2011
Cuando el ordenador te devuelve el golpe...
Durante el día a día "maltratamos" a nuestro ordenador: lo inflamos de aplicaciones innecesarias, corrompemos sus archivos, lo infectamos de virus, golpeamos sus teclas cuando estamos frustrados...
¿Te has parado a pensar alguna vez qué pasaría si el ordenador te devolviera el golpe? De hecho, quizá ya lo esté haciendo...
A continuación te presentamos unas cuantas formas que tiene tu ordenador de "vengarse" de ti. ¿Casualidad o venganza?
El foco perdido
En informática, se dice que algo tiene "foco" cuando está seleccionado. Algunos programas roban el foco porque se consideran a sí mismos más importantes de lo que tú estés haciendo.
Este cambio repentino de ventana puede tener consecuencias nefastas. Por ejemplo, puedes estar chateando con alguien cuando, de repente, la ventana se cambia por otra en la que activas una función sin querer.
Solución: En Windows XP puedes instalar Tweak UI y marcar la opción Prevent applications from stealing focus en General - Focus.
Esas fotos inolvidables
Las tarjetas de memoria, así como las memorias USB tienen la desagradable costumbre de perder tus datos de cuando en cuando, normalmente por no desconectar el dispositivo correctamente.
Hasta aquí todo normal, pero ¿por qué siempre se borran esas fotos tan importantes e irreemplazables, mientras sobreviven miles de fotografías intrascendentes? Casualidad, dirán unos; mano negra, responderán otros.
Solución: Intenta recuperar tus fotos con algún programa de recuperación de archivos borrados: te recomendamos DiskDigger.
La tecla de retroceso la carga el diablo
En la mayoría de navegadores de Internet la tecla retroceso tiene una función adicional, además de la de borrar la última letra: ir a la página anterior.
Por ello, no son pocas las veces en las que estás rellenando un formulario (por ejemplo, escribiendo un comentario en este artículo) y, por algún motivo, el campo de escritura se de-selecciona, pulsas retroceso para borrar y... -¡sorpresa!-, pierdes todo tu texto.
Solución: Si Firefox es tu navegador, puedes desactivar esta función desde about:config, modificando el valor browser.backspace_action a 2 o un número superior.
Los niveles de deshacer
La función de deshacer la última acción lleva salvando vidas desde que apareció por primera vez. Se dice que si Control + Z existiera en el mundo real, la gente no tendría tantos problemas pero ¿te has fijado en que, cuando un programa tiene varios niveles de deshacer, estos terminan justo en el paso anterior al que querías volver?
Solución: No hay una solución universal, pero muchos programas te permiten modificar la cantidad de niveles de deshacer que tienen. Ajústalos al máximo, aunque necesitarán de más memoria. Guardar el documento con frecuencia, pero sin sobreescribir, también suele ser una buena práctica.
El grabar se va a acabar
Después de trabajar durante horas en un proyecto, te dispones a grabarlo y -¡zas!- se produce un error y todo se evapora en una nube de frustración.
No son pocas las ocasiones en los que se producen errores en la grabación de documentos, precisamente la función más importante. ¿No podría fallar después?
Solución: Si el programa se ha colgado, intenta recuperar el contenido usando un editor de memoria (por ejemplo, HxD). También puedes activar el grabado automático en el programa, si lo permite.
Mi base de datos incluye 3 millones de virus, pero ese... no
No importa cómo de grande sea la base de datos de tu antivirus: antes o después darás con uno que, maldita casualidad, no estaba en la lista.
Más común de lo que desearíamos, ahí fuera hay miles de personas damnificadas por su antivirus que se sienten engañadas y decepcionadas.
Solución: Ten a mano un escáner masivo de archivos. Programas como VirusTotal Uploader y JottiQ te permiten analizar un único archivo con infinidad de antivirus distintos.
Los imborrables
A veces, cuando intentas borrar algo te llevas la desagradable sorpresa de que Windows no te deja por algún motivo.
Solución: Antes de gritarle a Windows y recriminarle su insubordinación, visita este artículo donde te comentábamos cómo borrarlos utilizando Unlocker.
El doble clic que no va... o eso parece
¿Cuántas veces has hecho doble clic para abrir algo... y no ha sucedido nada? En estos casos lo normal es pensar que has hecho algo mal y repetir el doble clic. ¿Nada? Pues otra vez, y otra, ¡hasta que salga!
Lo malo viene después: el doble clic no iba porque Windows se encontraba "traspuesto". Pero, una vez se despereza, recuerda cada uno de tus intentos por abrir el programa, iniciando veinte instancias del mismo.
Solución: Optimiza el sistema y desfragmenta el disco duro para asegurar tiempos de respuesta aceptables. Por otro lado, SingleInstance bloqueará que se abra más de una copia de un mismo programa a la vez.
Bloqueo en el peor momento
Otra jugarreta que nuestro ordenador nos suele tener preparada es el bloqueo selectivo, que consiste en lo siguiente: bloquearse en el momento menos indicado.
Algunos casos que pueden darse: en el proceso de compra de una tienda online, tras rellenar un formulario larguísimo, tras haberse pasado ese nivel tan difícil del juego y tener el punto de guardado en frente de tus narices...
Solución: Además de la consabida optimización del equipo, usa un gestor de procesos para observar qué está fallando y tomar las medidas oportunas. Si lo que se bloquea es un formulario web, aguarda unos minutos y recarga la página con F5 para que los datos vuelvan a enviarse. En Firefox, la extensión Lazarus te ayuda a no perder tus datos.
El azar, ese simpático...
Por último, pero no por ello menos importante, está el modo en el que tu ordenador te puede hacer quedar como si estuvieras loco. Pongamos por ejemplo que algo no está funcionando correctamente y ha sido así por un largo tiempo, tanto es así que decides llamar al servicio técnico. Cuando está allí... ¡voilá! ¡El problema se ha arreglado!
Lo que sucederá a continuación es previsible: el técnico te mirará con escepticismo, tú no sabrás dónde meterte y, quizá, tu Windows se esté riendo por dentro.
Solución: Desgraciadamente, si eres gafe no hay mucho que se pueda hacer. Bueno, quizá el trebol de cuatro hojas de LuckyWire te ayude... ¿Se te ocurre alguna solución para este caso?
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