domingo, 6 de junio de 2010
¿Para qué escuchar música tan fuerte?
Hay una excusa explicación científica, que los jóvenes deberían usar para hacer callar a quienes los critican por escuchar música tan fuerte. Porque todos sabemos que para ganar una discusión, se puede apelar a una verdad científica indiscutible, antes que solamente quedarse diciendo que escuchan música fuerte por simple capricho o rebeldía.
Pero primero y como es común en este blog, una pequeña introducción, para meternos gradualmente en el tema:
El sonido, se produce cuando hacemos vibrar una cuerda, un metal, o lo que sea. Las vibraciones hacen vibrar al aire, y el aire hace vibrar nuestros tímpanos. Dentro del oído se transforma el movimiento vibrante de los tímpanos en pulsos eléctricos que son transmitidos a nuestro cerebros e interpretados como sonido.
Estas vibraciones tienen dos características básicas: la cantidad de veces que vibran en un segundo (que se llama frecuencia, y se mide en Hertz, Hz), y la potencia que tienen esas vibraciones (que se miden en decibelios, dB).
Hay otras características, como la velocidad a la que se desplazan, pero la velocidad depende exclusivamente del material en el cual lo están haciendo, y no de la fuente del sonido. El sonido se desplaza en el aire a una velocidad aproximada de 1235 km/h, mientras que debajo del agua lo hace a 5370 km/h, bastante rápido, respecto a las velocidades que estamos acostumbrados en la vida cotidiana..
Ahora, no todas las vibraciones del aire pueden hacer vibrar a nuestros tímpanos. La forma, el tamaño y el material de nuestros tímpanos permiten que reaccionen ante determinadas vibraciones. Las vibraciones del aire en general son llamadas ondas sonoras, y dentro de ellas, las que podemos escuchar, las llamamos sonido.
El problema aquí es que no hay una línea divisoria exacta sobre qué podemos escuchar y qué no. A grandes rasgos, la raza humana puede escuchar sonidos que vibran entre 20 y 20.000 veces por segundo. Entre 20Hz y 20.000Hz. Cuanto más frecuencia, más agudo el sonido.
Pero dentro de ese rango incluso, no podemos captar todas las ondas sonoras. Hay un mínimo de potencia que se necesita para cada frecuencia, y por ejemplo, para los sonidos más comunes, o que más usamos, que están entre los 1.500 y 10.000 Hz, con unos pocos decibelios de potencia alcanza para que los podamos oír.
Ahora vamos a lo que nos interesa, como muestra el gráfico, mientras más a la izquierda, o sea, cuanto más graves y bajos los sonidos, tienen que ser de mayor potencia para que los podamos escuchar. Lo cual no es poca cosa. Su bien el gráfico muestra una zona para la voz humana y otra para la música, eso significa que "suelen encontrarse en esa zona", y no que es lo máximo que se puede llegar.
Hay géneros musicales, como tantas variaciones de música electrónica, que usan sonidos extremadamente bajos, y 130Hz, es una frecuencia común en esos géneros. Si se fijan en el paupérrimo y grotesco gráfico, para 130Hz, se necesita una potencia mínima de 50 decibelios.
Para tener un punto de comparación, en una conversación la potencia aproximada es de 40 decibelios, una aspiradora de 70, el tráfico es de 90, un concierto 110, y a partir de ahí es molesto, hasta sentir dolor en 140dB, el sonido del motor de un avión de cerca. Más de esto en Wikipedia.
Entonces la curva de abajo, el umbral de audibilidad, es la potencia mínima que necesitamos para oír cada frecuencia, mientras que la curva de arriba, el umbral del dolor es.. bueno eso.. es lógico pensar que a partir de ahí nos dolerán los oídos y probablemente nos genere un daño irreversible.
Volviendo al tema, mientras más bajo el sonido, se necesita más potencia para ser oído, llegando al límite de 20 Hz, que casi ningún parlante puede reproducir, pero se necesitan cerca de 70 dB para ser escuchado apenas.
Y esto es recién el umbral, para escuchar bien, y coherentemente un sonido muy bajo, se necesita estar tener un poco más potencia que la mínima audible.
Ustedes mismos podrán comprobar esto, pongan una canción que tenga un bajo eléctrico con mucha presencia, y al bajar el volumen lentamente, notarán que mientras todos los instrumentos se escuchan cada vez menos, éste parece desaparecer en un punto.
Y bueno, ésa es la respuesta, a veces escuchamos la música "fuerte", para oír e interpretar todo el rango de frecuencias que el intérprete puso ahí para nosotros.
SIN EMBARGO... (para hacer el debate más equilibrado y no defender a la descarriada juventud de hoy ) el hecho de que queramos escuchar música fuerte para oír todos los instrumentos y frecuencias, no quiere decir que no sea perjudicial para nuestra salud.
La Pérdida de Audición Inducida por el Ruido es algo real, si escuchamos sonidos de más de 85 dB por un tiempo prolongado, a largo plazo, nuestro sistema auditivo comenzará a dañarse, y la línea de umbral de audición retrocederá, provocando que literalmente escuchemos cada vez menos. Lo cual tal vez produzca que subamos más aun el volumen, y se acelere el proceso.
Lo de abajo es una tabla que relaciona el máximo tiempo seguido, recomendado, para estar expuestos a tal sonido, sin sufrir daños a largo plazo.
Yo creo que está pensado para trabajos donde el ambiente en sí es dañino, que se puede solucionar parcialmente con unos protectores, pero si nosotros mismos nos exponemos tan frecuente y voluntariamente a sonidos tan intensos, no deberíamos quejarnos cuando comencemos a perder la audición.
Como curiosidad, encontré por ahí que los disparos tienen una intensidad de entre 145 y 165 dB.
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